Cada nación ha sido trastocada por la pandemia del COVID-19, y desde el año pasado niños y niñas también han sido sido víctimas del confinamiento, por tal motivo es preciso fortalecer las estructuras de atención y protección de la niñez, al tiempo de reivindicar sus derechos humanos.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Garantizar una vida libre de violencia a niñas y niños es una tarea fundamental por cumplir, ya que se enfrentan a diversos tipos de riesgos y violencia, como la sexual y la de género, la captación por redes de trata o crimen organizado, separación familiar, abusos, extorsión o secuestro, entre otros abusos.
En muchos casos, los victimarios están cerca de las niñas y niños; la casa, la escuela o la familia son los lugares más inseguros. La violencia en la familia y el entorno cercano va desde la violencia psicológica y la agresión física al abuso sexual.
Niñas y niños afrontan una variedad de obstáculos para poder acceder a sus derechos y a mecanismos adecuados de protección, además que desde el espacio reflejan padecimientos que anteriormente eran ligados sólo a personas adultas, como dificultad para dormir, dolor de estómago o estar enojados o con miedo todo el tiempo.
Los niños y las niñas ante la pandemia del COVID-19
La vida no ha sido la misma frente al coronavirus, pero las problemáticas sociales no han ido a la baja, sino han tomado otra forma, por lo que se han agudizado en el contexto de la pandemia. Mientras la estructura social mantenga los mecanismos de desigualdad y violencia, difícilmente los grupo etarios se librará de la violencia latente, como es el caso de las niñas y niños que pareciera que lo efectos adversos de la crisis sanitaria y el encierro no son considerados.
Los bajos ingresos para adquirir alimentos o medicamentos debido a los miles de empleos perdidos o el retroceso educativo que ya anunció la ONU, son algunas de las problemáticas que atraviesa a la niñez.
Derechos de las niñas y niños
Niños y niñas no sólo se enfrentan a la invisibilidad de la mirada global en los conflictos armados, sino que viven día día agresiones desde el espacio privado, con sus agresoras, a vivir en condiciones precarizadas y limitadas que obstaculizan el ejercicio de sus derechos humanos, como por ejemplo el derecho a la protección, la educación, la atención sanitaria, la vivienda y a una nutrición adecuada.
Según la Organización de la Naciones Unidad (ONU), con la llegada de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), líderes mundiales se comprometieron a acabar con la pobreza para 2030, pero no se intensificaron los esfuerzos en algunos aspectos de la niñez, lo cual podría dar resultados catastróficos como:
- Casi 52 millones de niños y niñas morirán antes de cumplir los cinco años entre 2019 y 2030.
- Niños y niñas en África subsahariana tendrán 16 veces más posibilidades de morir antes de los cinco años que aquellos que vivan en países de ingresos altos.
- Nueve de cada diez niños y niñas en situación de pobreza extrema vivirán en África subsahariana.
- Más de 60 millones de niños en edad escolar se quedarán sin escolarizar; aproximadamente el mismo número que en la actualidad.
- Se habrá obligado a contraer matrimonio a más de 150 millones de niñas antes de que cumplan 18 años.
Estas profundas desigualdades y peligros no sólo violan los derechos de cada niña y niño, poniendo en peligro su desarrollo y futuro, sino que además perpetúan ciclos intergeneracionales de desventajas y desigualdades que socavan la estabilidad de las sociedades e incluso la seguridad de las naciones.
En los últimos años se han logrado progresos importantes para salvaguardar los derechos de niñas y niños, pero aún queda mucho por hacer. Se ha mostrado el compromiso del mundo para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños y niñas y así reivindicar sus derechos humanos, pero debemos seguir trabajando para asegurar que esta noble visión se convierta en una realidad para cada niño y niña del planeta.
Por: Redacción de Radio Latino Inc