Por Zamira Blas
Hace unos días, el gobierno de Canadá dio un paso histórico para los derechos de los animales: prohibió de forma definitiva cautiverio de mamíferos marinos par espectáculos.
Tras décadas de lucha animalista y tres largos años para la aprobación de la ley S-203, Canadá por fin poondrá fin al sufrimiento de ballenas, delfines y marsopas.
Aunque incluye una excepción para los animales actualmente cautivos y aquellos que necesitan cuidados y rehabilitación, la ley busca la eliminación gradual del cautiverio de ballenas, delfines y marsopas con el propósito de exhibirlas en espectáculos, castigando además a quienes incumplan con hasta con 200 mil pesos.
Durante la campaña para lograrlo, la organización internacional World Animal Protection (WAP) hizo llegar a las manos de cada miembro del Parlamento su desgarrador Caso Contra Mamíferos Marinos en Cautiverio que presenta argumentos científicos y éticos que apoyan la prohibición del cautiverio de cetáceos.
En el informe se revelan diversas atrocidades:
– Mientras los cetáceos silvestres viajan entre 40 y 100 millas cada día, alcanzando velocidades de hasta 30 millas por hora, y bucean a cientos de metros de profundidad, en cautiverio una orca macho pasa cerca del 70% de su tiempo completamente inmóvil.
– Los mamíferos marinos en cautiverio sufren de una gran variedad de problemas de salud, incluido el estrés extremo, los comportamientos neuróticos y niveles anormales de agresión.
– El delfín mular es seis veces más propenso a morir inmediatamente después de ser capturado de su hábitat natural y trasladado a las instalaciones de cautiverio.
– Las tasas anuales de mortalidad de las orcas cautivas han disminuido con los años, pero aún no coinciden con las poblaciones sanas presentes en los océanos.
– Los delfinarios en los que están cautivos los delfines en Asia y el Caribe corren un riesgo extremo de ser golpeados por huracanes y tsunamis; además, este tipo de recintos dañan el medio ambiente, incluidos los arrecifes de coral y los manglares.
Sin embargo, el movimiento global que aboga por mejores vidas para estos animales va avanzando y cada vez son menos los que tienen que vivir el inmenso sufrimiento de ser mantenidos en cautiverio para el entretenimiento.